Padres e Hijos
Hijo de un hombre y una mujer
La unión de dos personas unidas por amor los convierte en padre y madre; gracias a ellos, nuestra historia comienza. Estos padres dan la vida y los hijos toman lealmente lo que viene de ellos. Tomar la vida significa aceptar a los padres como son. Dicho reconocimiento hecho desde el amor es un regalo desde los hijos que se reconocen como integrantes de un alma familiar. Comprender tal afirmación genera en ellos una apertura respetuosa a la superioridad y el propósito espiritual, que es la fuerza que nos da a todos los seres humanos su amor y que nos mueve con su poder y su magia.
Es importante comprender que la historia que los padres vivieron "Es de ellos tal como fue" y aceptar que el amor que nace conlleva a nuevas comprensiones para la vida del hijo o de la hija, los más pequeños del alma familiar. Gracias a ese amor que los unió estamos aquí. Lo transmitido desde el ADN por ellos es la herencia familiar, lealtades a los ancestros, las creencias, las costumbres, la moral y el país de donde provienen. Todo esto unido es tomado por el nuevo integrante que es el hijo o la hija de forma incondicional.
Convivencia entre Padres e Hijos
Los hijos son los pequeños (Las criaturas)
Los padres dan la vida; los hijos la toman,
incondicionalmente. Al tomar la vida los hijos toman incondicionalmente a sus
padres y viceversa. Después el hijo o la hija toma también incondicionalmente
todo lo que los padres dan además de dar la vida: la herencia familiar, lo que
los padres hicieron con esta herencia, lo que lograron ser y hacer con esta
misma herencia, lo que no supieron hacer ni dar, todo lo que hubo tal como
fue. Así fue. El hijo honra el regalo tomado: honra la vida
y todo lo que le acompaña.
Tomar a los padres significa amar la vida que viene de ellos, por eso, lo primero que hacemos es amarlos desde nuestra concepción. Honrarlos es un acto de amor, es un paso para alcanzar nuestra adultez, la que nos permitirá desarrollarnos con nuestra pareja, la realización profesional con la abundancia y la salud.
Sin embargo, si se produjera una separación entre ellos o tuviesen diferencias o conflictos, será un proceso solo de ellos. La mirada del adulto de ver su presente nos conecta con más facilidad con nuestros padres. Comprender esta mirada, nos ayudará a verlos como personas imperfectas, amándolos tal como son. Los hijos, en algún futuro, también se convertirán en padres o madres, y continuarán dando vida y ampliando el alma familiar.
El ADN FAMILIAR
¿De dónde venimos?
Toda la herencia que proviene de los ancestros, a través del ADN y las raíces a las cuales pertenecemos es trasmitida de generación en generación. La información que heredamos por la unión de un hombre y una mujer, la llevamos escrita en nuestra células y cuerpo, nos conforma como seres vivientes, que nos hace humanos gracias a toda su transmisión genética.
La curiosidad y necesidad que tenemos los seres humanos de saber más de nuestros ancestros ha sido una constante y frecuente pregunta: ¿Quiénes somos? ¿de dónde venimos?. Conocer nuestra historia no por libros escritos por historiadores ni por la historia bíblica o de otros credos que en el mundo están para la humanidad y han existido anteriormente. La evolución de los conocimientos científicos en el siglo XXI nos acerca un paso más con toda su fuerza y avance a nuevos descubrimientos que nos permiten una nueva apertura a otros paradigmas.
En las Nuevas Constelaciones, han surgido nuevas comprensiones con respecto al ser humano y la familia. La existencia de un Yo cuántico y un campo más amplio de muchas posibilidades, nos lleva a un gran avance para el individuo, un salto evolutivo. El estado más avanzado que asiente a la creación, en general con sus diferentes polaridades, es el Estado Adulto (yo cuántico), que vive su presente, que es benevolente y capaz de mirar su pasado tal como fue. Se adapta a todo como es y fluye con las corrientes de la vida. Vive la gratitud en el presente, es responsable de lo que piensa y así de su futuro. Esta evolución nos quiere decir, que vivir nuestra vida con más amor, es vivir, EL ASENTIMIENTO A TODO COMO ES.
¿Qué es lo que produce en nosotros estas nuevas comprensiones?
Una nueva forma de mirar la vida, un salto más amplio y cuántico que todo lo unifica. Y por qué no decirlo, un salto espiritual profundo que nos conecta al Vacío Creador. Una nueva energía, que nos calma. Nos transforma, nos da paz y reconciliación.
Los Campos de Polaridades
Los Campos Mórficos
Todo lo que se vive es inmediatamente memorizado y transmitido a todos los que resuenen con ello, El campo mórfico es sólo información, es energía. Crea una atracción irresistible que provoca la imitación instintiva de esa información. Todo comportamiento creativo de uno tiende inmediatamente a ser repetido con más facilidad por el mismo y por los demás. Cuanto más individuos o sistemas hagan uso de esa información más repetición de ella habrá, más fácil será vivir esa información. Gracias a ello, cada ser vivo no tiene que empezar de cero cuando nace, sino que se beneficia de la experiencia anterior de toda la humanidad.
Los campos de polaridades han sido estudiados en
profundidad por Rupert Sheldrake
Rupert Sheldrake es biólogo y autor de más de 85 artículos científicos,
de 8 libros y coautor asimismo de otros 6. Según la clasificación del Instituto
Duttweiler, Zúrich (el principal grupo de expertos independientes de Suiza),
estuvo entre los 100 mejores líderes de pensamiento global en 2013.